
La huella invisible de lo religioso: cómo el inconsciente espiritual se revela en lo cotidiano
- Admin
- agosto 17, 2025
- Opinión
- antropología religiosa, ateísmo, lenguaje sagrado, religiosidad inconsciente, trascendencia, Viktor Frankl
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Para Viktor Frankl, los impulsos inconscientes no son solo pulsiones reprimidas, sino también llamados hacia los valores y el sentido. En esa misma línea, la religiosidad inconsciente representa la expresión más profunda de la búsqueda de trascendencia, inherente a la estructura del ser humano. Este fenómeno se manifiesta incluso en el lenguaje cotidiano, donde lo sagrado asoma de formas sutiles pero reveladoras.
La antropología ha demostrado que la religión es un acto universal: en todas las culturas y épocas históricas emergen ritos, mitos, símbolos y prácticas espirituales. Esto sugiere que lo religioso no es un accidente cultural, sino una necesidad constitutiva de la condición humana.
Al observar las expresiones cotidianas, encontramos frases que delatan esta dimensión oculta. Por ejemplo: “Que descanses en paz”, “Que Dios te acompañe” o incluso fórmulas aparentemente seculares como “Cuídate mucho”. ¿Qué revelan estas frases en su nivel consciente e inconsciente? ¿Por qué las usamos, seamos religiosos o no?
Aquí planteo una tesis polémica: el ateísmo, como categoría absoluta, no existe en la experiencia humana real. Las evidencias etnográficas muestran que, en todas las épocas, los seres humanos han buscado algún tipo de seguridad trascendente. La ciencia, pese a sus avances, no ha logrado suplir esta necesidad ante fenómenos como la muerte, el azar o el sufrimiento.
Así, en lo cotidiano, surgen expresiones cargadas de resonancias existenciales:
- “Buen provecho” (una bendición secularizada).
- “Que tengas dulces sueños” (protección simbólica).
- “Declaro que hoy voy a estar bien” (afirmación con raíces protestantes).
- En la República Dominicana, la obsesión por la lotería refleja la búsqueda de seguridad económica mediante lo mágico-religioso.
Estas fórmulas, sean explícitamente religiosas o no, cumplen una función común: brindar consuelo y control simbólico ante lo incontrolable. Lo humano, frágil por naturaleza, recurre a recursos que lo trascienden. La religiosidad, así, no es solo un sistema de creencias, sino un lenguaje profundo que habita en nuestros gestos más ordinarios.
Nota: Imagen generada por inteligencia artificial (IA) con fines ilustrativos.
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