Educando con amor: preservando la familia y sus valores
Rey Duràn
No hay mayor felicidad que tener la dicha de formar una familia y disfrutar de la alegría de los hijos en el hogar. El crecimiento y el motor que impulsan nuestras vidas. Sin embargo, en la actualidad surgen las siguientes interrogantes: ¿Basta con traer al mundo un hijo? ¿Contamos con las herramientas necesarias para ser padres? ¿O será la experiencia la que nos enseñará cómo debemos educarlos?
Es fundamental asumir con responsabilidad el rol de ser papá y mamá, convirtiéndonos en personas dignas de ser ejemplos en valores, a través de nuestras actividades diarias y no solo en un futuro lejano.
Observo con tristeza cómo muchos padres dominicanos dedican más tiempo a su trabajo, descuidando su misión como maestros en la vida de sus propios hijos. Existe una carencia de diálogo en las familias, donde la autoridad se impone de manera inadecuada, se desautoriza y, para completar, los conflictos se enfrentan frente a los hijos, revelando diferencias e inmadurez.
Muchos de estos padres terminan separándose y convirtiendo a los hijos en el saco de todas las culpas. ¿Estaremos enfrentando la destrucción de la familia?
¿Cómo puede una nación enfrentar una crisis de valores en la sociedad, cuando esta está profundamente arraigada en el ámbito familiar? El materialismo, el consumismo, la falta de fe y la comodidad que nos permite salir de nuestra zona de confort solo conducen a un debilitamiento de los valores, afectando la pareja y la relación con los hijos.
A pesar de los avances tecnológicos, es evidente la cultura de la separación, donde los hijos se convierten en la peor parte, en el medio del conflicto. Son presionados, manipulados y maltratados por aquellos que dicen ser sus protectores y facilitadores.
Ante este trágico panorama que vivimos en nuestra sociedad, si queremos conservar nuestras familias sin perder nuestros valores, debemos buscar la forma de desarrollar diplomados, especializaciones, cine-foros, conversatorios y programas especiales para brindar atención a padres, brindando las herramientas idóneas que les permitan superar sus conflictos. El objetivo primordial es preservar la familia, rescatar los valores perdidos y proporcionar a nuestros hijos lo que necesitan para construir un mejor mañana.
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