¿Cómo lograr la armonía cromática en casa?
Cambiar el color de nuestros espacios puede ser un acto hasta terapéutico, aunque es muy común buscar inspiración, intentar llevar nuestras ideas a las paredes y luego no obtener lo que visualizamos porque no existe un equilibrio o no logramos alcanzar la armonía en la combinación de los colores.
Para esto la decoradora y asesora de interiores Vanessa en su espacio (@el_armario_de_vanessa), comparte una regla de oro para lograr combinaciones de impacto y obtener la armonía cromática: “Para lograr la armonía con las tonalidades el espacio debe estar dividido en; 60% con un color principal, el 30% un color protagonista y el 10% con otro color que aporte originalidad a la paleta cromática”.
Pero, ¿por qué esta división y que aporta cada una?
Color principal 60%
Vanessa explica que este es el color dominante, el que ocupa la mayor parte del espacio. En general es el que se usa para las paredes, pero puedes usarlo donde quieras siempre que está presente aproximadamente en el 60% del espacio. “Lo más aconsejable es que sea un color neutro”.
Color protagonista 30%
Generalmente corresponde a los muebles, aunque también puede ser el elegido para las cortinas, alfombras y tapizados en general. Para el color secundario puedes escoger un tono que complemente con el tono principal. Por lo regular con este color se crea interés y dinamismo.
Color acento 10%
Es el color denominado acento. Su uso se limita a un 10% del espacio por lo que habitual es que sea el elegido para los accesorios decorativos. No tiene que ser el color exacto en cada uno de los elementos, puedes jugar con el mismo color en diferentes gamas o tonalidades.
Lo mejor es elegir un color con carácter y fuerza que otorgue personalidad a la atmósfera. Además, este color es el que podrás sustituir y cambiar con facilidad para adaptar a las tendencias y estaciones del año.
“Hay que tener en cuenta que, aunque es una regla que funciona, no hay que ser rígidos a la hora de aplicar. Nuestra casa tiene más de tres colores, sin embargo, muchos podemos agruparlos dentro de una de las tres tonalidades elegidas. Por tanto, es importante definir los tres tonos principales y sucesivamente sus variaciones dentro de la paleta de color”, afirma la experta.
Si te ha parecido interesante, ¡compártelo con tus amigos!
Fuente: Diario Libre
Cambiar el color de nuestros espacios puede ser un acto hasta terapéutico, aunque es muy común buscar inspiración, intentar llevar nuestras ideas a las paredes y luego no obtener lo que visualizamos porque no existe un equilibrio o no logramos alcanzar la armonía en la combinación de los colores.
Para esto la decoradora y asesora de interiores Vanessa en su espacio (@el_armario_de_vanessa), comparte una regla de oro para lograr combinaciones de impacto y obtener la armonía cromática: “Para lograr la armonía con las tonalidades el espacio debe estar dividido en; 60% con un color principal, el 30% un color protagonista y el 10% con otro color que aporte originalidad a la paleta cromática”.
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Color principal 60%
Vanessa explica que este es el color dominante, el que ocupa la mayor parte del espacio. En general es el que se usa para las paredes, pero puedes usarlo donde quieras siempre que está presente aproximadamente en el 60% del espacio. “Lo más aconsejable es que sea un color neutro”.
Color protagonista 30%
Generalmente corresponde a los muebles, aunque también puede ser el elegido para las cortinas, alfombras y tapizados en general. Para el color secundario puedes escoger un tono que complemente con el tono principal. Por lo regular con este color se crea interés y dinamismo.
Color acento 10%
Es el color denominado acento. Su uso se limita a un 10% del espacio por lo que habitual es que sea el elegido para los accesorios decorativos. No tiene que ser el color exacto en cada uno de los elementos, puedes jugar con el mismo color en diferentes gamas o tonalidades.
Lo mejor es elegir un color con carácter y fuerza que otorgue personalidad a la atmósfera. Además, este color es el que podrás sustituir y cambiar con facilidad para adaptar a las tendencias y estaciones del año.
“Hay que tener en cuenta que, aunque es una regla que funciona, no hay que ser rígidos a la hora de aplicar. Nuestra casa tiene más de tres colores, sin embargo, muchos podemos agruparlos dentro de una de las tres tonalidades elegidas. Por tanto, es importante definir los tres tonos principales y sucesivamente sus variaciones dentro de la paleta de color”, afirma la experta.
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