
Boston y su error con Devers: un desaire con consecuencias
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- junio 17, 2025
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- béisbol análisis, gestión deportiva MLB, jtoribio, Medias Rojas de Boston, Mookie Betts, peloteros dominicanos, Rafael Devers, trato a jugadores
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Por: José Armando Toribio
En las últimas semanas, varios comunicadores de la crónica deportiva, tanto a nivel nacional como internacional y de manera destacada en Santiago de los Caballeros han reaccionado con sorpresa, críticas y en algunos casos con un evidente sesgo, a la reacción del pelotero dominicano Rafael Devers tras su sorpresivo cambio de los Medias Rojas de Boston a los Gigantes de San Francisco.
Se ha dicho de todo: que fue una respuesta inmadura, que actuó como un “malcriado”, que olvidó su condición de “empleado” del equipo y que debió aceptar el movimiento sin expresar ninguna emoción. Pero estas voces parecen ignorar un aspecto fundamental del deporte de alto nivel: el respeto mutuo entre organización y jugador, especialmente cuando se trata de una estrella como Devers, figura central de los Medias Rojas en la última década.
Criticar a Devers por manifestar su sentir frente a una decisión tomada de manera abrupta es, por decirlo de forma clara y directa, una completa incoherencia. Que un jugador reciba un salario no significa que deba comportarse como un robot sin emociones, sin voz, ni opinión. Mucho menos cuando ha sido “el caballo”, el referente ofensivo, el rostro visible de la franquicia durante años. La lealtad no puede ser unilateral.
Este episodio trae a la memoria otro caso similar: Mookie Betts, exestrella de Boston y actual figura de los Dodgers. A diferencia de Devers, a Betts sí se le informó con tiempo, se le consultó, se le habló con franqueza y respeto.
El resultado fue una transición más diplomática. Pero la comparación revela una inquietud aún más profunda: ¿Se ha perdido el respeto hacia los peloteros dominicanos dentro de ciertas oficinas en Boston?
La historia reciente, lamentablemente, sugiere que sí. Tras una era dorada donde figuras como David Ortiz, Manny Ramírez, Pedro Martínez y el propio Devers pusieron en alto a los Medias Rojas, parece haberse instalado una nueva gestión donde los jugadores dominicanos no tienen el mismo valor simbólico ni el mismo respaldo institucional. Y eso no puede seguir normalizándose.
¿Solo un empleado más?
Decir que Rafael Devers “solo era un empleado más” es minimizar el impacto, la entrega y la conexión de este pelotero con la fanaticada. A un jugador franquicia no se le informa su cambio en frío, sin diálogo ni consideración, eso no es administración deportiva moderna, eso es gerencia capicúa de espaldas a la dignidad humana del atleta.
Los jugadores no son piezas de ajedrez intercambiables sin alma. Son seres humanos, con historia, emociones, identidad. En el caso de Devers, además, hablamos de uno de los bates más respetados en la Liga Americana en los últimos años, con proyecciones de Salón de la Fama si mantiene su ritmo.
Nos duele decirlo, pero hay que enfrentarlo: la organización de los Medias Rojas de Boston al menos en su gestión actual no muestra el mismo aprecio ni el mismo trato hacia sus jugadores dominicanos que otrora caracterizó sus mejores años. Y si ese patrón continúa, no será solo una pérdida deportiva para Boston, sino también una profunda herida en su legado cultural.
Rafael Devers merecía algo mejor. Y nosotros, como fanáticos, como cronistas y como dominicanos, tenemos el deber de alzar la voz cuando la dignidad de uno de los nuestros es pasada por alto.
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