
Ya estamos en febrero: cómo poner en marcha de una vez las metas que te propusiste para 2023
- Rey Durán
- febrero 4, 2023
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“Hay un impulso natural en el mes de enero de querer cambiar tu vida, implementar nuevos hábitos, lograr mejoras de relaciones, mejoras de tus finanzas. Pero, en el camino hay mucha inconsistencia entre lo que pensamos decimos y hacemos”, comentó al respecto el conferencista y emprendedor Carlos Fernández.
“El cerebro siempre recurre a lo conocido, por eso implementar un hábito nuevo es un desafío. Al cerebro no le gustan los cambios porque en eso gasta mucha energía, requiere de mucho esfuerzo. Para él es más fácil sostener los comportamientos habituales, porque eso es lo que conoce y desde ahí es mucho más fácil operar”, explicó Fernández, también conocido como @cafedelexito en redes sociales.
“Contar con motivación para hacer las cosas es la peor estrategia, porque no siempre vamos a tener la misma energía. La motivación nunca llega cuando la necesitamos”, añadió Fernández, también autor de tres libros sobre desarrollo personal y motivación.
- Claros, con la mayor cantidad de detalles y especificaciones sobre lo que se quiere lograr.
- Realistas, los objetivos logrables son fundamentales para no terminar en el derrotero de la frustración. Debe estar garantizado que lo propuesto es factible.
- Medibles, llevar el registro de pequeños indicadores los convierte en señales de cuánto se está avanzando.
“Los cambios no son de un día para otro. Si tú crees que el firme curso de tus nuevas acciones te va a llevar a estar en un lugar diferente, no sabes cuándo pero en un momento lo vas comenzar a notar”, destacó Fernández. Por ello – explicó – es tan importante el seguimiento y la medición de resultados. El objetivo es que no se trate sólo de una percepción de cambio sino de un registro con evidencias del logro.
“El pensamiento siempre precede las acciones y comportamientos que estamos ejecutando”, explicó Fernández. “Si yo tengo una creencia, detono un pensamiento. Si yo tengo un pensamiento particular, me emociono de una manera particular y esa emoción me ayuda a tener acciones más o menos alineadas con mis objetivos”, añadió.
“La revisión de las creencias es lo primero en lo que yo invito a la gente a trabajar, para que no se queden a mitad de camino. Cuando las creencias cambian acompañan al pensamiento y eso acompaña el comportamiento”, acotó.
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