OpenAI anunció este miércoles una alianza con el Laboratorio Nacional de Los Álamos, del Departamento de Energía de EE.UU., una de las principales instalaciones científicas del país y cuna de la bomba nuclear estadounidense.
La empresa de investigación asegura que el propósito de trabajar en conjunto con esas instalaciones es comprender cómo los científicos pueden utilizar la inteligencia artificial (IA) de forma “segura en entornos de laboratorio para avanzar en la investigación biocientífica”. En otras palabras, explorará cómo las herramientas de su más reciente sistema de inteligencia artificial (IA), GPT-4 Omni (GPT-4o), pueden ayudar en tareas científicas.
“El Laboratorio Nacional de Los Álamos ha sido pionero en la investigación sobre seguridad y esperamos trabajar juntos en evaluaciones de seguridad novedosas y sólidas para modelos de IA de vanguardia a medida que las capacidades continúan mejorando rápidamente”, señala un comunicado.
OpenAI asegura que los trabajos contarán con la participación tanto de novatos como de expertos para realizar y resolver tareas experimentales de laboratorio estándar con modelos multimodales de IA. Las tareas pueden incluir introducción de material genético extraño en un organismo huésped, cultivos y separaciones celulares.
Luego de examinar la precisión de los resultados que ofrece GPT-4o, el objetivo es cuantificar y evaluar cómo modelos como este pueden mejorar las habilidades de profesionales y principiantes en “tareas biológicas del mundo real”.
“Para el bien de la ciencia”
El convenio obedece a una orden ejecutiva presidencial de octubre de 2023, sobre el desarrollo y uso seguro y confiable de la inteligencia artificial, que ha encargado la misión a los laboratorios del Departamento de Energía de “ayudar a evaluar las capacidades de los modelos de IA de vanguardia”, explica la compañía.
“Esto es importante para OpenAI porque creemos que la IA tiene el potencial de multiplicar la velocidad y el impacto de la ciencia para hacer el bien”, asegura la creadora de ChatGPT.
El Laboratorio Nacional de Los Álamos fue fundado en 1943 por Robert Oppenheimer, conocido como el ‘padre de la bomba atómica’. El físico teórico estadounidense encabezó durante la Segunda Guerra Mundial el Proyecto Manhattan, lanzado por el presidente Franklin Roosevelt para desarrollar la bomba nuclear. Posteriormente, el 6 y el 9 de agosto de 1945, con los avances en esta materia, EE.UU. destruyó completamente las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki con las bombas atómicas ‘Little Boy’ y ‘Fat Man’, dejando más de 450.000 muertos.
¿Beneficios o riesgos potenciales?
Nicholas Generous, subdirector del grupo de sistemas de información y modelado del Laboratorio Nacional de Los Álamos, asegura que la gente no se da cuenta de la larga historia de investigación en biociencias de la instalación.
“Todo comenzó originalmente después del Proyecto Manhattan, tratando de comprender los efectos de la radiación en la salud. A partir de ahí, a lo largo de los años, [la investigación] evolucionó y aprendieron que mucho de eso se centraba en el ADN, y luego, a partir de ahí, Los Álamos se involucró con el Proyecto Genoma Humano”, señaló el experto en diálogo con el portal Decrypt.
Generous cree que la IA, como cualquier otra herramienta o enfoque tecnológico, puede representar una amenaza real solo si se hace “un mal uso de ella” y no por sí misma. “Lo importante es tratar de comprender tanto los beneficios como el contexto de ese mal uso”, opina. Asimismo, señala que para ello, el laboratorio quiere establecer un banco de pruebas y usar esa información para ayudar a usar la IA de manera más responsable.
-RT
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