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El uso y fabricación de teléfonos inteligentes podrían estar relacionados con los huracanes devastadores en EE.UU. este año.

La producción de teléfonos inteligentes y su impacto en los huracanes de este año

Según expertos, la fabricación y el uso de teléfonos inteligentes podrían haber influido en los devastadores huracanes que afectaron a la costa estadounidense este año, causando numerosas muertes. Ravi Sawhney, director general de RKS Design, destacó que “cada etapa de la producción de un teléfono móvil implica un importante consumo de energía y contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, que a su vez agravan los fenómenos meteorológicos extremos”, como las tormentas tropicales y los huracanes.

Sawhney advirtió que el avance de los teléfonos inteligentes y la expansión del ecosistema tecnológico “sobrecargarán más los centros de datos” y “requerirán una cantidad considerable de electricidad” procedente de fuentes no renovables, lo cual podría provocar “cambios climáticos más pronunciados” en el futuro.

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En los últimos meses, huracanes como Helene y Milton han causado estragos en el sureste de EE.UU. Helene, en septiembre, fue la tercera tormenta más mortífera en 55 años, con más de 160 fallecidos. Posteriormente, Milton provocó inundaciones repentinas y dejó a más de 2.6 millones de personas sin electricidad y al menos 32 muertos.

En cuanto al impacto medioambiental de los teléfonos, se estima que cada uno requiere alrededor de 70 kilos de recursos naturales para su fabricación, siendo una de las mayores fuentes de emisiones de carbono en el mundo. Los teléfonos móviles generan aproximadamente 580 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, superando a la industria de la aviación en casi 100 millones de toneladas.

Nirav Chheda, director ejecutivo de Bambi NEMT, explicó que el uso de teléfonos genera emisiones adicionales. La transmisión de datos, llamadas y carga del dispositivo dependen de grandes cantidades de electricidad, mayormente proveniente de combustibles fósiles. Además, la eliminación de estos dispositivos contribuye significativamente a la contaminación. “La cantidad de residuos electrónicos es asombrosa: millones de toneladas cada año, y los teléfonos inteligentes son una gran parte de ellos”, afirmó Chheda, agregando que “muchos de los materiales utilizados en los teléfonos son tóxicos y difíciles de reciclar, por lo que cuando los dispositivos se tiran, a menudo terminan filtrando sustancias nocivas al medio ambiente”.

Imagen: NASA / Gettyimages.ru
Imagen utilizada con fines informativos y periodísticos.

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