Estados Unidos da luz verde a Ucrania para usar misiles en territorio ruso

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• noviembre 18, 2024
• Internacionales
• Corea del Norte, Donald Trump, Estados Unidos, Guerra en Ucrania, Joe Biden, Misiles ATACMS, Política Exterior, Rusia, Tensión Internacional, Ucrania
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En un movimiento que redefine la postura estadounidense en el conflicto entre Ucrania y Rusia, el presidente Joe Biden ha autorizado por primera vez a Ucrania el uso de misiles de largo alcance suministrados por Washington para operaciones dentro del territorio ruso.

La decisión marca un punto de inflexión en la estrategia de Estados Unidos frente a la guerra, que hasta ahora había evitado respaldar ataques más allá de las fronteras ucranianas. Según fuentes cercanas al Gobierno, esta medida responde a una escalada reciente en el conflicto, exacerbada por la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte, que ha enviado tropas en apoyo a Moscú.

Cambio en la estrategia de Biden

El permiso para el uso de los misiles ATACMS refleja un ajuste significativo en la política exterior estadounidense. Aunque el respaldo de Estados Unidos a Ucrania ha sido constante, Washington había mantenido una línea prudente al no permitir ataques en suelo ruso, evitando así una posible intensificación del conflicto.

Sin embargo, el contexto actual exige respuestas firmes. Fuentes indican que Ucrania ya planea emplear los misiles en los próximos días, un movimiento que pone en relieve la urgencia de frenar las acciones agresivas de Rusia en la región.

Un contexto político complicado

Esta decisión llega en un momento delicado para la administración Biden, a medida que se aproxima el cambio de liderazgo en Estados Unidos. Donald Trump, presidente electo, ha manifestado su intención de limitar el apoyo militar a Ucrania y buscar un acuerdo rápido que favorezca a Rusia. Ante este escenario, la Casa Blanca parece estar asegurando que Kiev reciba los recursos necesarios antes de la transición presidencial.

Tecnología clave en la guerra

Los misiles ATACMS, con un alcance de hasta 300 kilómetros, proporcionan a Ucrania una capacidad estratégica sin precedentes para golpear objetivos dentro de Rusia. Aunque esto podría aumentar las tensiones con Moscú, también representa un esfuerzo por contrarrestar los persistentes ataques rusos y reforzar la defensa ucraniana en un conflicto cada vez más complejo.