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Exigen mejoras urgentes en educación tras alarmantes resultados en matemáticas

La preocupación por la calidad educativa en el país continúa en aumento, especialmente tras revelarse un informe de Educa que destaca un bajo desempeño en matemáticas y lengua española entre los estudiantes. Diversos sectores de la sociedad apuntan al sistema educativo como responsable de esta problemática y exigen acciones inmediatas para revertir la situación.

Los resultados obtenidos en las pruebas Pisa son un claro reflejo de esta crisis. Según varios tutores, las competencias adquiridas por los estudiantes no están a la altura de las expectativas internacionales. Narciso Astacio, empleado privado, expresó su inquietud: “Los estudiantes terminan sus clases sin conocimientos básicos. Ni siquiera saben detalles fundamentales de nuestra historia, como quién fue el padre de la patria.”

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Por su parte, José Espíritusanto, pensionado, señaló: “El caos en educación se evidencia cuando los estudiantes enfrentan exámenes de matemáticas o pruebas finales. Es alarmante.”

A pesar de que el Gobierno destina el 4% del PIB al sector educativo, padres como Sergio Abreu consideran que la mala administración de los recursos es uno de los principales obstáculos: “Con ese 4% deberíamos tener mejores resultados, pero necesitamos una gestión eficiente y transparente.”

Otros ciudadanos, como Juan Carlos Torres, creen que parte de la responsabilidad recae también en las familias: “Los padres debemos involucrarnos más en la educación de nuestros hijos. Yo siempre he supervisado el proceso académico de mi hija, y eso ha marcado la diferencia.”

El informe de Educa es contundente: en estudiantes de tercero de primaria, el 62.57% no alcanzó el nivel mínimo en lengua española, mientras que solo el 10.30% obtuvo un desempeño satisfactorio. En matemáticas, la situación es similar: el 60.07% falló en las evaluaciones. Los datos de sexto grado son aún más desalentadores, con un 69.45% de estudiantes reprobando la asignatura.

Frente a este panorama, la sociedad demanda que las autoridades educativas, en conjunto con las familias, prioricen la formación integral de los estudiantes y dejen de ver la educación como un negocio. El llamado es claro: una educación de calidad es esencial para garantizar un futuro prometedor para el país.

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