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Persisten tensiones políticas mientras el cierre del gobierno entra en su segunda semana

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Las actividades en el Capitolio permanecen suspendidas mientras el cierre del gobierno federal avanza hacia su segunda semana sin señales claras de solución. La Cámara de Representantes continúa clausurada y el Senado encadena votaciones infructuosas sobre propuestas para reabrir las dependencias federales. En medio del estancamiento, el presidente Donald Trump ha advertido con cesar a empleados federales y retener los pagos retroactivos al resto del personal.

El senador independiente Bernie Sanders, de Vermont, insistió en el pleno del Senado que “hay que negociar” porque “así es como funciona”. Sin embargo, no existen conversaciones oficiales en marcha, aunque fuentes legislativas mencionan que comienzan a surgir contactos discretos entre algunos miembros de ambos partidos.

Mientras los republicanos, que mantienen la mayoría en el Congreso, consideran tener la ventaja política y se oponen a incluir subsidios al seguro médico en un eventual acuerdo, los demócratas sostienen su postura. Argumentan que los ciudadanos respaldan su esfuerzo por evitar incrementos en los costos de salud y responsabilizan a Trump por la prolongación del cierre.

Tras bambalinas, un grupo reducido de senadores de ambas bancadas ha discutido alternativas relacionadas con el seguro médico. La senadora Susan Collins, de Maine, presentó sus propias propuestas, y figuras republicanas como Marjorie Taylor Greene, de Georgia, y Josh Hawley, de Missouri, también han manifestado la necesidad de frenar el aumento de las primas.

Trump, por su parte, se mostró abierto a dialogar con los demócratas para preservar los subsidios de salud. “Deseo una excelente atención médica para la población”, afirmó a comienzos de semana, aunque luego sostuvo que el gobierno debía reabrirse antes de discutir cualquier acuerdo. “Ayer hablé extensamente con el presidente sobre ese mismo tema”, señaló el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. “Y sí, quiere resolver problemas”.

El núcleo del conflicto gira en torno a la Ley de Atención Sanitaria Asequible (Obamacare), que Trump intentó derogar sin éxito durante su primer mandato. Los subsidios federales reforzados durante la pandemia impulsaron la cobertura a un récord de 24 millones de inscritos, pero su vigencia expira al final del año. Los demócratas buscan una solución inmediata, mientras que los republicanos proponen posponer el debate hasta la reapertura gubernamental.

El líder de la mayoría del Senado, John Thune, de Dakota del Sur, aseguró que “siempre estuvimos planeando tener esas discusiones”, aunque reconoció que cualquier avance dependerá del fin del cierre. Los demócratas, por otro lado, acusan a los republicanos de haber omitido el problema al aprobar la iniciativa One Big Beautiful Bill Act, impulsada por Trump.

El líder demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, criticó la inacción del Congreso al señalar: “Decenas de millones de personas están a punto de experimentar un aumento drástico en los costos del seguro médico: ¿cómo es eso aceptable en el país más rico de la historia del mundo?”.

El cierre también amenaza los ingresos de los empleados federales. Con el primer ciclo de pagos suspendido la próxima semana, Trump ha sugerido eliminar la compensación retroactiva habitual. La Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, dirigida por Russ Vought, sostiene que dicha restitución no es automática y requiere aprobación legislativa.

En el Senado, los intentos republicanos por obtener respaldo demócrata a un proyecto que financie el gobierno sin abordar el tema de salud han fracasado. El senador independiente Angus King, de Maine, quien antes apoyó esas iniciativas, advirtió que podría modificar su voto. Se prevé que una nueva votación este miércoles tampoco prospere.

Ambos partidos se mantienen firmes, convencidos de que su estrategia resonará en los votantes. Un memorando del Comité de Acción Política de la Mayoría del Senado instó a los demócratas a “no quitar presión a los republicanos”, mientras que la dirección de campaña republicana en la Cámara pidió centrar los mensajes en las consecuencias económicas del cierre. La pugna política, según analistas, ya se perfila como un anticipo de la contienda electoral de 2026.

Imagen obtenida de fuente externa.
Imagen utilizada únicamente con fines periodísticos.

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