Por HUMBERTO CONTRERAS VIDAL

Medir el desarrollo económico de un país ha sido una tarea difícil desde un punto de vista teórico. Esto se debe a que se han tomado en cuenta diferentes indicadores y enfoques. Entre otros, el Producto Interno Bruto (PIB), PIB Per cápita, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), Tasa de empleo y desempleo, Niveles de Inversión y Balanza comercial.


A lo anterior se une la tendencia de las experiencias a nivel mundial, especialmente en los países denominados desarrollados, de que el desarrollo económico se está manifestando con una reducción de las actividades agrícolas y un aumento de los sectores industriales y de servicios.


Sin embargo, el nivel de poder político supremo que corresponde a un Estado independiente (soberanía) sobre los recursos naturales disponibles en un país y, su capacidad de poder producir materias primas y productos terminados a partir de esos recursos; son quizás, los dos elementos esenciales que motorizan el desarrollo económico de un país.


Y es aquí donde la ciencia química cobra una importancia suprema. Ya que desde la química se puede incursionar en la producción de materias primas para su uso en la industria nacional y la exportación. Lo cual implica, entre otros, un aumento inmediato del número de empleos y una mejora significativa en la balanza comercial.


En el caso dominicano, la industria química nacional se encuentra en pañales. Ha llegado la hora de que se asuma lo que somos, un país rico en diferentes recursos naturales. Ha llegado la hora de fortalecer las carreras universitarias que pueden propiciar la explotación de manera sostenible de nuestros recursos naturales para beneficiar a la población dominicana.


El desarrollo de la industria química también es un gran indicador del desarrollo económico de un país. El desarrollo de todo lo que implica desarrollar la química nos garantiza mayor bienestar económico para los dominicanos y un mayor grado de soberanía para el país.


Es hora de reducir la importación de materias primas. Llegó el momento de seguir mostrando al mundo de lo que somos capaces. Ningún otro país nos dará nada de forma gratuita. Urge dar los primeros pasos para que se inicie el desarrollo económico sostenible y permanente en la República Dominicana. Para lograrlo, la química es una de los puentes que se deben cruzar. ¡Crucemos ya!


¡Qué emocionante es vivir con la conciencia que te dan los conocimientos básicos de la Química!

El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros. huco71@gmail.com

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