Un Llamado a la Conciencia: Nuestro Deber Frente al Futuro de la UASD

Por Josefina Disla M.A
Docente de la Facultad Ciencias Jurídicas y Políticas, escuela de Ciencias política de la UASD.

En nuestra Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), nos encontramos en un punto que exige de nosotros no solo atención y reacción ante los retos, sino también una introspección profunda y honesta sobre el papel que desempeñamos en la configuración del futuro académico de nuestro país. 

Nos hemos acostumbrado a un ritmo que a menudo nos distrae de los cambios y desafíos críticos que nos rodean. Asumimos la cotidianidad sin cuestionar suficientemente cómo estas prácticas afectan nuestra capacidad de servir a la sociedad y de mantenernos fieles a nuestra misión educativa. En este sentido, la reflexión no es un lujo, sino una necesidad apremiante.

Debemos considerar las experiencias de instituciones hermanas como la Universidad Pública Argentina, donde la lucha continúa por la autonomía y la excelencia ha enseñado que la complacencia es el enemigo del progreso. 

¿Somos verdaderamente fieles a nuestros ideales de autonomía, investigación y servicio?

Desde el año 2005, la introducción de políticas y la influencia de figuras políticas han intentado remodelar el destino de nuestra universidad de maneras que podrían comprometer nuestra independencia académica. La reciente propuesta de fusionar el MESCYT con el MINERD, sin el respaldo de investigaciones adecuadas, es un ejemplo claro de cómo las decisiones externas amenazan con socavar nuestra integridad y nuestra misión, como así lo han expresado otros colegas.

Frente a estos desafíos, no podemos quedarnos al margen. Es imperativo que como comunidad académica discutamos, debatamos y propongamos con valentía. Debemos abrir nuestras aulas, nuestras oficinas y nuestros foros a un diálogo que trascienda los límites de lo académico y toque la fibra de nuestra identidad y nuestro compromiso con el futuro.

Invito a cada uno de ustedes, mis estimados colegas, a participar activamente en la reconstrucción de nuestra universidad. Que cada propuesta y cada voz sea un ladrillo más en la construcción de una UASD más resiliente, más autónoma y más comprometida con los altos ideales de nuestra misión educativa. De esta manera intento hacer un llamado sobre la posición que debe tener la UASD, frente a situaciones del país y de la propia universidad, por lo que sugiero dar a conocer propuesta producto de un debate interno, en donde interactúen las fuerzas vivas de la universidad.