
Infecciones por virus Oropuche en América Latina podrían ser más graves de lo estimado
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- abril 15, 2025
- Salud
- América Latina, Cambio Climático, enfermedades infecciosas, Salud pública, virus Oropuche
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Los casos de infección por el virus Oropuche (OROV), transmitido mediante picaduras de insectos, podrían estar siendo subestimados en América Latina, con un posible incremento debido a factores climáticos como el aumento de temperaturas y las lluvias.
Una investigación liderada por el Hospital Universitario Charité de Berlín, basada en modelos computacionales, buscó identificar áreas de riesgo y predictores de transmisión del OROV en la región. Desde 2023-24, se ha registrado un brote sin precedentes en magnitud y dispersión, cuyas causas aún se desconocen, según los expertos.
Hallazgos clave del estudio
Publicado en The Lancet Infectious Diseases, el estudio analizó un amplio conjunto de datos serológicos, con 9.420 muestras recolectadas entre 2021 y 2022 en seis países: Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Perú. Los resultados mostraron que el 6,3 % de las muestras presentaban anticuerpos contra el OROV, detectándose en 43 de las 76 provincias evaluadas (57 %).
La enfermedad del Oropuche provoca fiebre y, aunque la mayoría de los pacientes se recupera rápidamente, algunos desarrollan síntomas graves. El virus se transmite principalmente por la picadura de jejenes infectados y, en menor medida, por ciertos mosquitos. Según la OMS, el OROV está presente principalmente en Sudamérica y el Caribe, pero desde diciembre de 2023 se han reportado casos en zonas donde antes no circulaba.
En 2024, se registraron más de 10.000 infecciones en la región. Actualmente, no existe un tratamiento específico ni vacuna. Los síntomas más comunes incluyen fiebre, dolor de cabeza, malestar muscular, escalofríos, náuseas y erupciones cutáneas.
Factores climáticos y propagación del virus
El estudio, presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas, encontró una fuerte relación entre condiciones ambientales y la diseminación del OROV. Los datos sugieren que “los factores climáticos son los principales impulsores de su propagación, agravados en 2024 por fenómenos meteorológicos extremos”.
Variables como la proximidad a zonas pobladas (10 %) y la deforestación (4,5 %) también influyen, aunque en menor medida. Eventos como El Niño habrían intensificado el brote reciente, mientras que cambios en el uso de suelo podrían favorecer nuevos brotes.
Prevención y alerta futura
Dado que el modelo indica una fuerte asociación entre factores ambientales y la expansión del OROV, el riesgo de infección podría variar en las próximas décadas debido al cambio climático, aumentando la probabilidad de brotes a gran escala.
Los investigadores destacan la necesidad de mejorar los diagnósticos, la vigilancia epidemiológica y el control de vectores en zonas endémicas y potenciales nuevas áreas de riesgo.
Con informaciones de EFE
Imagen: Fuente externa
Imagen utilizada con fines informativos y periodísticos.
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