
El cansancio de las videollamadas: cómo la insatisfacción con la apariencia afecta a los trabajadores remotos
- Admin
- marzo 17, 2025
- Tecnología
- Covid-19, estudio PLOS One, fatiga de Zoom, insatisfacción facial, reuniones virtuales, trabajo remoto
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Un estudio reciente publicado en la revista PLOS One ha revelado que la llamada “fatiga de Zoom”, un fenómeno que surgió con fuerza durante la pandemia de covid-19, está estrechamente relacionado con la insatisfacción que sienten muchas personas respecto a su apariencia facial durante las reuniones virtuales. La investigación, llevada a cabo por un equipo de científicos, analizó a 2.448 trabajadores estadounidenses que participan regularmente en videoconferencias y descubrió que quienes se sienten más incómodos con su imagen tienden a experimentar mayores niveles de agotamiento.
El estudio, publicado el pasado 5 de febrero, se centró en profesionales de diversos campos que trabajan de forma remota, al menos de manera ocasional. Los participantes fueron encuestados sobre sus percepciones respecto a su aspecto facial y su uso de herramientas como filtros, retoques o avatares para modificar su apariencia en las videollamadas. Los resultados mostraron que aquellos que manifestaban una mayor insatisfacción con su imagen también reportaban niveles más altos de fatiga relacionada con las reuniones virtuales.
Los investigadores sugieren que el tiempo prolongado frente a la pantalla, combinado con la necesidad de gestionar la propia imagen, puede exacerbar las percepciones negativas sobre uno mismo. “El tiempo excesivo frente a la pantalla, el compromiso con las redes sociales y la autopresentación selectiva a través de la modificación de fotos antes de publicarlas se han asociado desde hace tiempo con la insatisfacción con la apariencia”, explicaron los autores. “Del mismo modo, la cantidad prolongada de tiempo dedicado a las reuniones virtuales puede exacerbar las percepciones negativas de la autoimagen, así como las preocupaciones de la evaluación crítica”, añadieron.
Además, el estudio encontró que esta fatiga no solo afecta el bienestar emocional de los trabajadores, sino que también influye en su percepción sobre la utilidad de las reuniones virtuales. Muchos participantes consideraron estas sesiones como poco productivas, lo que podría generar resistencia a la adopción de tecnologías de movilidad virtual en el futuro.
Los autores del estudio advierten que estas experiencias negativas podrían tener implicaciones más amplias en el ámbito laboral. “Más allá de perturbar las interacciones en el lugar de trabajo y la productividad, estas experiencias negativas pueden crear barreras psicológicas para adoptar tecnologías de movilidad virtual, contribuyendo a la desigualdad tecnológica en el lugar de trabajo”, concluyeron.
Este fenómeno, que se ha convertido en un desafío para muchos trabajadores remotos, subraya la importancia de abordar no solo los aspectos técnicos de las videoconferencias, sino también los psicológicos, para garantizar un entorno laboral más saludable y equitativo.
Imagen: Imagen creada por inteligencia artificial
Imagen utilizada con fines informativos y periodísticos.
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