CÓMO LA PSICOLOGÍA NOS PUEDE AYUDAR

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• febrero 26, 2025
• Opinión
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Por José Tavárez

El interés por conocer la mente humana se remonta a la antigüedad, donde aflora el dualismo cuerpo-mente en los primeros filósofos, incluso más atrás, en la mitología griega. De esto último, encontramos una muestra en el mito de Orfeo y Eurídice. Él, un músico de excepcional talento intenta rescatar a su amada Eurídice del inframundo. Aunque su amor y su música son poderosos, Orfeo debe enfrentarse a la separación entre el mundo físico y el espiritual, simbolizando la lucha entre el cuerpo y la mente.

Experiencias como la muerte, los sueños y las alteraciones del comportamiento reforzaron la idea de que en el cuerpo humano había un agente o principio que lo activaba. A esa energía se le llamó ánima, alma, espíritu, psique o mente. Los esfuerzos por comprender el misterio de la conducta y los procesos mentales no han cesado a través de los tiempos, empezando con la teoría de los humores de Hipócrates (siglo V a.C.) hasta el advenimiento de la psicología científica en la segunda mitad del siglo XIX, cuando comienzan a aparecer las grandes corrientes psicológicas: Psicoanálisis, Conductismo, Humanismo, Cognitivismo, etc.

Los esfuerzos en procura de entender la forma de pensar y actuar de los individuos conectan con la necesidad de modificar conductas disfuncionales, reducir sufrimientos, predecir comportamientos y garantizar el bienestar de las personas. Para responder a estas demandas, la psicología se ha valido de diversos recursos y procedimientos que garantizan diagnósticos certeros y herramientas para la intervención eficaz en el abordaje de los trastornos psicológicos que afectan a los humanos.

En nuestro medio, el ejercicio de la psicología tropieza con algunas limitaciones, empezando por la falta de conciencia que predomina en amplios sectores de la sociedad dominicana. No ha de extrañarnos que los síntomas de una depresión se confundan con mala voluntad, holgazanería, desidia o desamor; que el comportamiento psicótico se asocie a posesiones diabólicas y que se les reste importancia a los cuadros ansiosos.

En atención a las precedentes circunstancias, en las próximas cápsulas nos referiremos a los trastornos que con mayor frecuencia afectan la salud mental. Principalmente abordaremos la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y la esquizofrenia. La intención es compartir pautas sencillas que ayuden a la comprensión de estas anomalías, proporcionar herramientas de autoayuda y orientar sobre los servicios profesionales disponibles. En la próxima entrega, iniciaremos con estos temas.